Historia de un alma

«Teresa de Lisieux es una enorme santa. No tenemos la posibilidad de medir el nivel de su santidad, pero lo que verificamos es que se hizo habitual y es estudiada e inclusive admirada por enormes teólogos. Nos ofrece una alta santidad, ya que no hay “santidad grande y santidad pequeña” como se dijo en ocasiones. Ya que la que se vive en la facilidad es la “que me semeja la mucho más verídica, la mucho más santa, la que yo deseo para mí”, va a escribir (…). No una parte de teorías o exposiciones abstractas. Comienza de su experiencia». Con la introducción de José Francisco Ibarmia.